domingo, 11 de enero de 2009

La Fundición del Valle de Ricote

Así se titula un interesante artículo publicado en Vegamediapress.com, sobre la Fundación del Valle de Ricote, que os recomiendo leer, para que conozcáis las mentiras de la Región de Murcia, y lo mal que huele esta región:

La Fundación del Valle de Ricote se presentó, hace tiempo, con todos los honores. Se nombró presidente de honor, para dar mas lustre a la pantomima, al presidente de la Comunidad Murciana, Ramón Luis Valcárcel. Hicieron creer que llegaban para defender el patrimonio histórico y natural de la comarca del Valle de Ricote. Pero en realidad era un vulgar montaje para ocultar la realidad de sus estultas intenciones, y santificar las urbanizaciones y los resorts que se iban a construir en la zona, que salvo La Morra, no han llegado a buen fin, gracias a la crisis. Parece mentira.

Para la parodia regional, se eligieron ellos mismos, un cineasta secundario, un marqués de Ussía, un empresario templado por las termas, y la colaboración necesaria de los alcaldes del Valle de Ricote, ilustrísimos pero no ilustrados. Era la Fundación del Valle de Ricote. Una entidad creada a imagen y semejanza de sus componentes. De su actividad, poco se sabe. Más bien es un misterio. Sí en cambio que su dejadez ha permitido y sigue permitiendo no pocos desmanes que atentan contra la historia y cultura de la comarca y sus gentes, convirtiendo la presunta Fundación en lo que realmente es, una “fundición” que permite día tras día la destrucción del Valle de Ricote.

Para maquillar el disparate, le conceden un premio urbanístico, con la colaboración del actual consejero de Obras Públicas, José Ballester, queremos creer que por ignorancia, o sumisión, al alcalde de Villanueva del Segura, José Luis López Ayala, como ejemplo del desarrollo sostenible. La verdad, dan ganas de vomitar.

La Fundación es un negocio que sirve para lavar la imagen del Balneario de Archena, denunciado en incontables ocasiones por asociaciones, ecologistas y Confederación Hidrológica del Segura. Es una excusa para dar trabajo en la 7 al director de cine Juan Manuel Chumilla, a cambio de traicionar y controlar las huestes desbocadas de asociaciones sociales y ecologistas del Valle de Ricote, que no tienen fe ni creen de las buenas intenciones de los fundadores. Es también un trampolín para algún noble que quiere construir, en pleno corazón del Valle de Ricote, palacios populares. Y un timo en el que han embarcado, a otros personajes de la universidad murciana, y de la sociedad, buenas y honradas personas, pero engañadas por estos jinetes del apocalipsis que mal rigen la Fundición. Son los Atila de nuestra tierra. Y tienen nombre y apellidos.

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