El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, instaron este sábado a los países industrializados ricos a que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 80 por ciento para el año 2050 respecto a los niveles de 1990.
Asimismo, ambos dirigentes pidieron a los países emergentes en una declaración conjunta que, con la ayuda financiera de las naciones más ricas, traten de seguir desarrollándose manteniendo en un nivel bajo las emisiones de dióxido de carbono y que tomen medidas para disminuir el ritmo al que crecen sus emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2050.
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