Los jefes del proyecto, Martin Pfisterer y Marie-Anne Kiener, han explicado en una rueda de prensa que en un momento en el que el consumo de agua y energía aumenta en todo el mundo y crea retos económicos y ecológicos, este proyecto es un ejemplo de cómo puede aprovecharse una energía renovable.
El Goldfish navegará en el lago Thun, junto a los Alpes suizos, gracias a la energía solar recogida en el Goldport, una central solar flotante que producirá suficiente energía como para garantizar las inmersiones del submarino y posicionarse en el lago a través de un sistema GPS, ha indicado Kiener.
Según el proyecto, una embarcación trasladará a los viajeros desde la orilla hasta el Goldport, donde además de la zona de atraque habrá una carpa central con capacidad para sesenta personas y cinco paneles solares encargados de recibir la energía del sol.
El submarino, que se recargará conectándose a la plataforma con un cable, tendrá capacidad para 24 pasajeros, y podrá sumergirse hasta los 300 metros de profundidad.
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