La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), con la financiación de la empresa Karkemis y en colaboración con la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Molina de Segura ha reforestado medio kilómetro del río Segura a su paso por Molina del Segura. Las actuaciones, que cuentan con autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura, pretenden recuperar el bosque de galería o de ribera, formación vegetal prácticamente desaparecida, pero vital para el mantenimiento de la biodiversidad de la Cuenca.
Desde este sábado, un centenar de álamos blancos (Populus alba) vuelven a poblar las orillas del Río Segura a su paso por Molina de Segura, concretamente en el soto de la Hijuela y gracias a un proyecto financiado por la empresa de reciclaje de tóneres “Karkemis”. A través de esta iniciativa se pretenden compensar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante proyectos de recuperación de la vegetación autóctona.
La plantación será realizada por los propios trabajadores de la empresa asesorados por la Asociación de Naturalistas del Sureste y con la colaboración del Ayuntamiento de Molina de Segura, que viene trabajando en la restauración del Río Segura desde hace diez años. Además, el proyecto ha contado con autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura al desarrollarse en dominio público hidráulico.
El álamo blanco es un árbol de rápido crecimiento y amante de la humedad que formaba bosques a lo largo de las orillas del río Segura. Estas formaciones reciben el nombre de bosques de galería o de ribera y desarrollan una importante función ecológica en el río, aportando innumerables servicios tales como cobijo de la fauna, control de la erosión, reducción de la contaminación de las aguas, amortiguación de las avenidas y un largo etc. Sin embargo, el avance de la agricultura y las actuaciones en los cauces (encauzamientos) han supuesto la práctica desaparición de estos bosques de la Vega Media y Baja del Segura, que han sido sustituidos por amplias extensiones de cañas (Arundo donax). Actualmente, el álamo blanco se encuentra protegido por el Decreto 50/2003 con la categoría de “Interés Especial”.
El proyecto incluye el mantenimiento y riego de los árboles hasta el otoño con el objeto de garantizar su arraigo y desarrollo. Además, está prevista en el contexto del proyecto la creación de un tarayal (Tamarix canariensis) en las lagunas de Campotéjar, humedal propuesto como humedal de importancia internacional.
Desde este sábado, un centenar de álamos blancos (Populus alba) vuelven a poblar las orillas del Río Segura a su paso por Molina de Segura, concretamente en el soto de la Hijuela y gracias a un proyecto financiado por la empresa de reciclaje de tóneres “Karkemis”. A través de esta iniciativa se pretenden compensar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante proyectos de recuperación de la vegetación autóctona.
La plantación será realizada por los propios trabajadores de la empresa asesorados por la Asociación de Naturalistas del Sureste y con la colaboración del Ayuntamiento de Molina de Segura, que viene trabajando en la restauración del Río Segura desde hace diez años. Además, el proyecto ha contado con autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura al desarrollarse en dominio público hidráulico.
El álamo blanco es un árbol de rápido crecimiento y amante de la humedad que formaba bosques a lo largo de las orillas del río Segura. Estas formaciones reciben el nombre de bosques de galería o de ribera y desarrollan una importante función ecológica en el río, aportando innumerables servicios tales como cobijo de la fauna, control de la erosión, reducción de la contaminación de las aguas, amortiguación de las avenidas y un largo etc. Sin embargo, el avance de la agricultura y las actuaciones en los cauces (encauzamientos) han supuesto la práctica desaparición de estos bosques de la Vega Media y Baja del Segura, que han sido sustituidos por amplias extensiones de cañas (Arundo donax). Actualmente, el álamo blanco se encuentra protegido por el Decreto 50/2003 con la categoría de “Interés Especial”.
El proyecto incluye el mantenimiento y riego de los árboles hasta el otoño con el objeto de garantizar su arraigo y desarrollo. Además, está prevista en el contexto del proyecto la creación de un tarayal (Tamarix canariensis) en las lagunas de Campotéjar, humedal propuesto como humedal de importancia internacional.
1 comentario:
Una genial idea!!! Los álamos son una especie muy resistente. Supongo que hacerles crecer, ha llevado su trabajo.
Una vieja amiga, era de ANSE, y verdaderamente era y digo era, porque les perdí la pista, una Asociación solidaria y preocupana por los animales y la conservación de la naturaleza. Incluso estuve alguna vez en la casa Forestal del Sequén, en la que pasaban temporadas antiguamente, algunos amigos de ANSE. Un saludo.
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