Fotografías de © Francisco Javier Illán Vivas
Durante los últimos meses venimos observando cómo los propietarios de perros que recogen las cacas de sus animales se han apuntado a la nueva moda de dejar la caca envuelta en la bolsa en el lugar donde la recogieron.
Aunque tengan una papelera a dos metros de distancia. Supongo que creen que el plástico es más biodegradable que la cada de perro. Y, o mucho me equivoco, y no es así.
Las imágenes están tomadas en los alrededores de las Salinas de San Pedro, las tres bolsas azules junto al poste que anuncia el Sendero de las Encañizadas y el sendero de El Coterillo, que pasa junto a la depuradora.
Y la de la bolsa negra en el área de aparcamiento que hay junto a la rotonda de los Flamencos, en apenas cincuenta o cien metros más allá.
Pero podemos encontrar esta costumbre en la calle Río Nalón, Río Llobregat, en el centro del pueblo, en...
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